25 de noviembre de 2023
En un mundo en el que 1 de cada 3 mujeres ha experimentado violencia física o sexual, en donde, cada hora, cinco mujeres son asesinadas por alguien de su propia familia y en donde la evidencia indica que la violencia de índole sexual es alarmante, es de extrema importancia que la comunidad global tome acción. Broken Chalk reconoce la necesidad urgente de abordar la recurrente problemática que es la violencia de género, la cual también se refleja en el ámbito educativo. En las escuelas, la violencia sexual y el acoso psicológico son una realidad común; a las niñas y adolescentes no se les permite continuar con su educación debido a matrimonios y/o uniones forzadas, la violencia en sus propios hogares o la violencia que sufren cuando se dirigen hacia sus centros de estudios.
Exacerbada por los efectos combinados de la pandemia de la COVID-19, el cambio climático, las crisis económicas y la inestabilidad política, esta violencia tiene un impacto directo en su educación, lo que obstaculiza su disfrute de los derechos humanos. Los riesgos de violencia disuaden a los padres de enviar a las niñas a la escuela, particularmente en situaciones de conflicto, donde durante el camino a la escuela temen la posibilidad de ser agredidas o secuestradas. Está empíricamente comprobado que las víctimas de abuso tienen tasas mucho más altas de abandono escolar y dificultades de aprendizaje. Esto plantea una grave amenaza a la igualdad de género y al empoderamiento de las próximas generaciones de mujeres.
En este escenario, resulta desalentador observar el hecho de que sólo el 0,2% de la Ayuda Oficial al Desarrollo Global se destina a la prevención de la violencia de género. Broken Chalk reconoce que el impacto de la violencia contra las mujeres y las niñas (VCMN) es profundo y se extiende más allá del daño físico para afectar los cimientos mismos de la sociedad, obstaculizando la igualdad, el desarrollo y la paz.
La violencia contra las mujeres y las niñas en particular tiene un coste para la sociedad en general y para la educación de las niñas en particular, por lo que sigue siendo una prioridad educativa. En primer lugar, la exposición a la violencia de pareja o violencia doméstica ha demostrado tener efectos negativos en el rendimiento académico y los resultados conductuales de los niños. UNICEF informa que está relacionado con menores habilidades de vocabulario y aritmética entre los 5 y 8 años. En segundo lugar, la violencia contra las mujeres constituye uno de los factores por los cuales las niñas no pueden acceder a la educación: en todo el mundo, 129 millones de niñas no están escolarizadas. La inseguridad personal en la escuela o el estigma social y la vergüenza después de sufrir violencia sexual explican esto en parte. Las niñas y mujeres que sufren violencia psicológica también pueden quedar fuera de la escuela como resultado de la coerción que se les ejerce.
Broken Chalk también reconoce la existencia del acoso como forma de violencia contra las mujeres. En la Unión Europea, entre el 45% y el 55% de las mujeres han sufrido acoso sexual desde los 15 años. En Inglaterra y Gales, una investigación realizada en 2021 reveló que el 92% de las estudiantes afirmaron haber recibido insultos sexistas por parte de sus compañeros de la escuela, y el 61% rebelaban haber sufrido acoso sexual en el colegio por parte de sus compañeros. La amenaza potencial de sufrir violencia en la escuela o de camino a la escuela podría desincentivar a las niñas a asistir a la educación. Para dar respuesta a este problema, varios países como Ghana e India han experimentado con programas que proporcionan bicicletas a las niñas para brindarles una opción de transporte más segura para llegar a la escuela.
Aunque se ha trabajado para eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas, los hechos anteriores muestran que se necesita mucho más trabajo. Broken Chalk cree que la educación es crucial para trabajar por la eliminación de la VCMN, ya que muchos estudios han demostrado que es precisamente en el entorno educativo donde los niños están expuestos a la violencia y son susceptibles a aprenderla. Por lo tanto, la educación es una herramienta poderosa que puede usarse para cambiar la cultura que enseña a comportarse de manera violenta con las niñas y mujeres, encaminándola hacia comportamientos más respetuosos. Además, la educación puede utilizarse para enseñar a las niñas y crear conciencia sobre lo que constituye violencia, algo que muchas niñas ni siquiera pueden empezar a comprender. De esta manera, la VCMN está tan normalizada a nivel mundial que quienes la sufren a veces no son consientes que se están violando sus derechos, lo que influye, en parte, en que menos del 40% de las mujeres que sufren violencia no busquen ayuda de cualquier tipo o la denuncien.
Por este motivo, Broken Chalk se suma a los 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género, una campaña internacional anual que comienza el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y se prolonga hasta el Día de los Derechos Humanos, el 10 de diciembre. El tema de la campaña de este año es “¡ÚNETE! Invierte para prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas”, y Broken Chalk se une al movimiento y pide inversiones urgentes para prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas, con especial atención en la educación para lograrlo. Además, Broken Chalk pide adoptar una perspectiva interseccional en el trabajo destinado a la erradicación de la VCMN, especialmente para comprender las dificultades y ataques adicionales que enfrentan las mujeres racializadas y LGTBQ+ tanto en su educación como en su vida cotidiana.
Broken Chalk lo anuncia al público con el debido respeto
Firmado,
Broken Chalk
No comment yet, add your voice below!