La Federación Rusa es un estado relativamente nuevo. Se formó hace 30 años después de la disolución de la Unión Soviética. Rusia tiene un trasfondo histórico, social y cultural único, con una mezcla imperialista, una influencia soviética y 30 años de historia contemporánea. Todos estos períodos han impactado significativamente el sistema educativo. Ha habido numerosos intentos de reformar el sistema educativo después de la disolución de la Unión Soviética. Algunas de las más significativas fueron las innovaciones de la ley federal “Sobre la educación” de 1992, incluida la posibilidad de escuelas privadas, nuevos libros de texto y autonomía financiera escolar (Dashchinskaya, 1997); la firma en 2003 de la Declaración de Bolonia que marcó el comienzo de un espacio educativo europeo unificado en algunas instituciones rusas; y la introducción de pruebas estandarizadas nacionales, que son obligatorias desde 2009 (Tsyrlina-Spady, 2016).
Según un experto en educación, se han producido cambios fundamentales con las reformas de 2009-2010 y la emisión de una nueva directiva de ley (Sobre la educación en la Federación Rusa, 2012). Las reformas cruciales incluyeron el financiamiento de escuelas por estudiante, nuevas pruebas estandarizadas para graduados escolares y estudiantes universitarios de primer año, priorización de la proximidad escolar en el proceso de admisión, creación y sostenibilidad de entornos escolares seguros, promoción de la educación inclusiva y terminación gradual de instituciones educativas especializadas.
Los cambios exitosos incluyen la inversión constante en educación, la creación de un sistema nacional de evaluación y la inclusión de los puntajes obtenidos como principales indicadores para la admisión a la universidad (brindar igualdad de acceso a la universidad para todos los adolescentes, incluidas las familias de bajos ingresos y las personas de regiones distantes), cobertura casi universal de la educación preescolar y financiamiento per cápita. Estos cambios han permitido que los estudiantes rusos superen los resultados de Trends in International Mathematics and Science Study (TIMSS) de 2019, que, al publicarse, mostró que Rusia lideraba la clasificación después de las economías de Asia oriental (Shmis, 2021). No obstante, el propósito de este artículo es arrojar luz sobre algunos de los problemas más apremiantes dentro del sector educativo ruso.
Desafíos de la educación inclusiva
Existen varios tipos de desafíos que impiden el cumplimiento de la educación inclusiva. En primer lugar, no hay suficientes especialistas que posean las habilidades y la experiencia necesarias para trabajar con niños con necesidades especiales. Un estudio realizado en la región federal de los Urales destacó que alrededor del 60% de los encuestados notaron la ausencia de personal altamente especializado (psicólogos, pedagogos sociales, tutores, etc.), especialmente en las escuelas de pueblos pequeños y áreas rurales (Grunt, 2019). En segundo lugar, no hay suficiente material. Si bien la mayoría de las escuelas inclusivas hoy en día cuentan con ascensores, rampas, puertas ensanchadas, letreros en Braille y acompañamiento sonoro, falta material educativo y metodológico para la enseñanza de niños con necesidades especiales (Mironova, Smolina, Novgorodtseva 2019). En tercer lugar, la burocracia en torno a la educación es particularmente onerosa en lo que respecta a la educación inclusiva. La distribución de poderes y responsabilidades entre profesores, tutores, psicólogos o trabajadores sociales puede suponer barreras para llegar a acuerdos. Finalmente, existe una gran brecha en la comunicación, colaboración e interacción adecuada entre maestros y padres, entre niños con y sin necesidades especiales de salud. Los conflictos de valores se hacen evidentes cuando las clases se mezclan con niños discapacitados y, desafortunadamente, los actores involucrados en las actividades educativas no siempre están dispuestos a comprender los cambios que se han producido en los últimos años.
Un declive en el prestigio de los colegios vocacionales y técnicos
La tendencia generalizada de obtener un título de educación superior es sin duda beneficiosa para la sociedad; sin embargo, cada moneda tiene dos caras. En el caso de la Federación Rusa, esta tendencia ha provocado la sobresaturación del mercado laboral con especialistas con educación superior. Esto, a su vez, ha disminuido el prestigio de los colegios vocacionales y técnicos y ha resultado en la falta de especialistas técnicos o trabajadores con formación vocacional secundaria (Ivanova, 2016). Rusia tiene una de las tasas de titulación terciaria más altas entre los miembros de la OCDE, como se ilustra en el Gráfico 1 a continuación (OCDE, 2019). A pesar de los niveles decrecientes del prestigio de los estudios vocacionales, los programas vocacionales todavía están relativamente más extendidos que en otros países de la OCDE.

Incremento de la inversión ante los nuevos retos del sistema educativo
Para aumentar la calidad de la educación rusa, se necesitan nuevas inversiones. Rusia ofrece una gran infraestructura digital, por lo que la digitalización y la creación de plataformas educativas personalizadas es solo una cuestión de inversión adicional y esfuerzos de colaboración. Es crucial adaptarse a las modalidades de enseñanza cambiantes, como los regímenes híbridos y en línea, durante la pandemia de COVID-19. La introducción de métodos únicos de enseñanza y aprendizaje aumentará la motivación y el compromiso de los estudiantes en el proceso.
Enseñanza del desarrollo de habilidades para la vida real
Después de la participación de estudiantes rusos en la evaluación PISA de habilidades de resolución colaborativa de problemas (2015), se observó la brecha negativa más significativa entre los resultados en matemáticas, ciencias y lectura (pruebas básicas de PISA) y la capacidad de los estudiantes para resolver problemas de forma colaborativa. (Shmis, 2021). Como es una de las habilidades modernas vitales, las nuevas reformas deben adaptarse para introducir nuevos aspectos del trabajo colaborativo en las escuelas y convertirlas en un centro para obtener nuevos conocimientos y dominar las habilidades necesarias para el mundo moderno.
By Elizaveta Rusakova
Translated by Olga Ruiz Pilato from [MAIN CHALLENGES OF PRIMARY AND SECONDARY EDUCATION IN RUSSIA]
Fuentes:
- OECD. (2019). Education at a Glance 2019: Country note. OECD.
- Ivanova, S. A. (2016). VIII International Student Scientific Conference «Student scientific forum». In Problems of Modern Russian Education. Retrieved from https://scienceforum.ru/2016/article/2016018497.
- Grunt, E. V. (2019). Inclusive education in modern Russian schools: Regional aspect.
- Tsyrlina-Spady, T. (2016). Modern Russian Reforms in Education: Challenges for the Future. Seattle Pacific University. Retrieved from https://jsis.washington.edu/ellisoncenter/wp-content/uploads/sites/13/2016/08/pdf-tsyrlina-spady.pdf
- Shmis, T. S. E. S. (2021, May 10). The Pandemic Poses a Threat to Academic Progress of Russian School Students. World Bank. https://www.worldbank.org/en/news/opinion/2021/05/10/the-pandemic-poses-a-threat-to-academic-progress-of-russian-school-students
- Mironova, M. V., Smolina, N. S., & Novgorodtseva, A. N. (2019). Inclusive education at school: contradictions and problems of organizing an accessible environment (for example, schools in the Russian Federation).
- Programme for International Student Assessment. Retrieved from http://www.oecd.org/edu/pisa
- Vasiliev, I. А. (2013). Quality of the school education: subjective view on the education process. Sociological Journal, (4).
- Gohberg, L. М., Zabaturina, I. Yu., Kovalava, G. G., Kovaleva, N. V., Kuznetsova, V. I., Ozerova, О. К., & Shuvalova, О. R. (2013). Education in Numbers 2013: brief articles guide. М.: National Research University “Higher School of Economics”, 17.
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