Mustafa Simsekler y la Academia de Pequeños Ingenieros

Entrevista con un joven inspirador de Turquía sobre su participación en el campo de la educación.

Por Serena Lucía Bassi

Estamos en un centro cultural en la ciudad de Utrecht, Holanda.

Mustafa Simsekler está rodeado por una veintena de niños de entre tres y diez años y sus padres. En apenas una hora, como parte de sus talleres de robótica educativa, su objetivo es enseñarles a construir el “modelo de coche más rápido”.

En medio de un juego de baterías, motores y tarjetas de colores, se perciben claramente las sonrisas de estos niños y sus padres, los que parecen divertirse tanto como sus hijos.

La organización de Mustafa se llama “Academia de Pequeños Ingenieros”. Consiste en una serie de talleres de robótica en los cuales los niños pueden desarrollar no solo sus habilidades manuales y de producción, pero en particular desarrollan su capacidad para solucionar problemas reales.

He hablado con Mustafa para saber más sobre su historia y el funcionamiento de su organización. Lo siguiente transmite la entrevista:

¿Puedes hablarme sobre tus antecedentes?

“Estudié Ingeniería Eléctrica y Electrónica en Italia e hice otra licenciatura en derecho en Turquía. También hice una maestría en Robótica y desarrollo del cerebro infantil.

 

Luego trabajé para la compañía de aviones Boeing en los Estados Unidos, en tres lugares diferentes: Los Ángeles, Boston y Seattle. Luego trabajé en Chile y mi último trabajo fue en Francia. Estaba trabajando para la OTAN haciendo investigación. Luego regresé a Turquía, donde también trabajé para la fuerza aérea turca”.

¿Qué pasó durante su estancia en Turquía?

“En 2016 me despidieron porque no estábamos haciendo lo que pedía el gobierno y yo estaba en contra de la posible guerra turco-siria, al gobierno no le gustaba. Entonces, perdí mi trabajo. El gobierno empezó a pintarnos como terroristas, mis hermanos fueron a la cárcel, todos perdieron sus trabajos y uno de ellos fue expulsado de la universidad. Mi padre no pudo soportarlo y murió. Fue duro para nosotros y en ese momento había esta presión del gobierno… Fue en ese momento que fundé esta empresa, “Little Engineers Academy”, hace 7 años.

Con mis colegas rastreamos el trabajo académico que estaba disponible sobre el desarrollo del cerebro de los niños y esta empresa se hizo famosa en Turquía. Basamos nuestro entrenamientos en “el juego”. De hecho, los niños tienen un trabajo y su trabajo es resolver un juego. En estos talleres solo sugerimos a los niños juegos sin laptop, celular o cualquier tipo de pantalla porque son muy dañinos en la primera infancia”.

 

Little Engineers Academy

Entiendo que fue difícil, ¿por qué tuviste que irte de Turquía?

“Fundé esta empresa en Turquía, donde se hizo tan famosa que teníamos casi 20 trabajadores. Sin embargo, después de un tiempo, el gobierno turco nos pidió asesoramiento, me dieron un juicio de 6 años, me consideraban un terrorista.

Entonces, un día decidí huir, comencé a nadar desde Turquía a las 12 y estaba en Grecia a las 6.

Luego me fui a Italia, porque tenía una tarjeta de identificación de mi período de estudios, y finalmente vine a Holanda, en 2021, hace casi 15 meses que estoy aquí.

 

Vine aquí como refugiado y estaba en un campamento, y en ese momento me parecía muy incómodo pasar el tiempo durmiendo en una cama, así que comencé a dar lecciones a los niños en el campamento. Empecé a hacer algunos trabajos voluntarios y en ese momento también tenía contacto con la alcaldesa de Utrecht, la Sra. Sharon Dijksma, quien realmente me ayudó a encontrar algunos subsidios. Empecé a dar clases por todos los Países Bajos y actualmente doy clases en 14 lugares diferentes del país. Incluso si otras empresas de alta tecnología me ofrecieran salarios más altos, estoy muy contento con mi trabajo, quiero hacer algo con los niños, por eso elegí este camino. También fue una forma de decir gracias a este país”.

 

Cuéntame más sobre tu taller, ¿cómo funciona?

“En general, todas las empresas de robótica están utilizando materiales listos y resolviendo programas listos y todos dependen de pantallas que son realmente dañinas para los niños a una edad temprana.

 

Nuestro objetivo es darle a los niños solo el motor y las baterías, ya que todos los demás materiales provienen de la naturaleza y se pueden encontrar en todas partes. Por ejemplo, estamos haciendo unos robots con raíces, piedras, castañas… Los niños pueden hacer robótica con cualquier cosa, no necesitan materiales extra. Y también estamos haciendo algo que realmente van a usar en sus casas, aviones, lámparas de dormitorio…

 

En este momento, entrenamos a 1000 niños en los Países Bajos y más de 6000 niños en el mundo. Este programa de educación está funcionando en los Estados Unidos, en el Reino Unido, en los Países Bajos y Turquía.

 

Nuestro objetivo es enseñarles cómo resolver problemas, no sobre codificación o programación. La gente piensa en la codificación o la programación como un objetivo, pero no es el objetivo, es el desarrollo del cerebro, ayudándoles a desarrollar la capacidad de resolver problemas.

 

Esto se debe a que no sabemos en el futuro a qué problemas y tecnologías se enfrentarán, pero sabemos que tendrán problemas en su vida… Si eres un buen solucionador de problemas en tu vida, en cada ocasión, cuando estás estresado o criticado por otros, tendrás la capacidad de tomar las decisiones correctas”.

 

Little Engineers Academy

Es innegable que Mustafa tuvo que superar las dificultades de la vida y perseguir una pasión que comenzó en Turquía, hasta aquí en los Países Bajos. Es admirable que alimentó su sueño de educar y lo preservo durante un período duro de su vida. Este es un ejemplo conmovedor de una verdadera dedicación a la educación y la pasión de Mustafa por las próximas generaciones.

 

By Serena Lucia Bassi

Translated By Leticia Cox English Version  https://brokenchalk.org/mustafa-simsekler-and-the-little-engineers-academy/